Hay varias opciones para renovar el aspecto de cualquier mueble: pintándolo, forrándolo con papel pintado, forrándolo con vinilo... Esta última opción es, a mi parecer, la más limpia, fácil y rápida para cambiarle el "look" a cualquier mueble que queráis restaurar. En el post de hoy os muestro cómo lo hice para forrar con vinilo autoadhesivo el cabecero de nuestra cama. Es muy fácil ya veréis! La espera de un bebé produce cambios, no sólo en la madre y en la pareja, también en la casa.... En las primeras semanas, Àdam dormirá en una minicuna que hemos colocado al lado de nuestra cama, por lo que para mover la minicuna de un lado a otro de la casa, debíamos hacer un poco más accesible el paso dentro de nuestra habitación. Hace unos años compramos el conocido cabecero de Ikea de la serie Brimnes. Entonces nos iba bien porque el propio cabecero tenía estantes para colocar libros etc... pero ahora que necesitábamos hacer espacio (las prioridades cambian...), los 30 cm de ancho del cabecero nos estorbaban el paso, por lo que hace unos días nos decidimos a desmontar el cabecero y quedarnos únicamente con el frontal, deshaciéndonos de la parte trasera y de sus estantes. El problema surgió cuando al desmontarlo rayamos el frontal del cabecero!! Aish qué rabia, cuando ya estaba desmontado...!! Teníamos que pensar en una solución para tapar el rayado y que no nos implicara más trabajo y dinero de la cuenta... Tras barajar distintas opciones, descartamos el pintarlo porque aún y así se vería el rayado... Forrarlo con papel pintado me pareció muy engorroso y, en mi estado, bastante tóxico por utilizar cola... lo más fácil me pareció que era forrarlo con vinilo autoadhesivo. Las ventajas de utilizar este material, podría decir que son: - fácil y rápida colocación, - fácil limpieza, - no se necesita cola, - se puede despegar con facilidad, - muy económico En muchas casas de pintura y decoración venden este tipo de vinilo con diseños infinitos y en internet también encontraréis muchas tiendas que los venden on-line. Al estar embarazada la movilidad la tengo un poquito más reducida, así que en lugar de recorrerme las tiendas de pintura que hay por mi zona, para evitar coger el coche o transporte publico, opté por comprar cómodamente desde casa. En Amazon podéis encontrar un montón de vinilos, cientos diría, con diseños muy variados. Nosotros, ya puestos, para no continuar con el típico y ya aburrido blanco, quisimos arriesgarnos y buscar un diseño más colorido. Encontramos un vinilo con el dibujo de tablones de madera vieja, de color azul y gris, muy fresco y veraniengo. Por 10 eurillos que costaba el rollo de vinilo (con un sólo rollo era suficiente para cubrir todo el cabecero) pensamos que, a malas, si no nos gustaba como quedaba, más adelante siempre lo podíamos despegar y cambiar por otro. Como el cabecero de Ikea no era totalmente liso tuve que cubrirlo por trozos. Para ello medí con un metro la longitud de las distintas áreas a cubrir y recorté el vinilo según esas medidas. El vinilo se corta y se engancha muy bien, es similar al forro que utilizábamos para los libros de texto del colegio. Para engancharlo sobre la madera, tan sólo aconsejo utilizar un trapo para ir quitándole las burbujas que puedan aparecer (la verdad es que no se producen demasiadas burbujas si el trabajo se hace de manera delicada). Como os decía, cada parte del cabecero la tuve que forrar por separado, pero si en vuestro caso, tuviérais una madera totalmente lisa, este problema no lo tendríais, puesto que de una sola vez y con una sola pieza de vinilo, podríais forrar todo el tablón. Y aquí está el resultado final! Nos ha quedado un cabecero alegre, fresco y veraniego verdad??
Como el vinilo se puede despegar fácilmente, si más adelante nos cansáramos del color, por 10 eurillos y una horita de trabajo, siempre podríamos cambiarlo de nuevo! Espero que la idea os haya gustado y os pueda servir de utilidad! Hasta la próxima!
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Abril 2021
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